Que llegue liquidez a las empresas y se faciliten las vías para lograr su supervivencia es la única forma de lograr reducir el impacto negativo y una más rápida recuperación

Un aumento del 8,23% respecto a febrero (5.509 personas más) y del 10,81% interanual (7.069 más que en marzo de 2019), son las cifras de aumento del paro registrado que deja el mes de marzo en Aragón. Datos, evidentemente, negativos y que responden al frenazo de la actividad económica vinculado a la crisis sanitaria y el estado de alarma por el Covid-19; pero que todavía no reflejan en toda su crudeza lo que van a ser los efectos de esta crisis sobrevenida sobre la empresas y, en consecuencia, el empleo, que sustenta el sector privado en más de un 80% tanto en Aragón como en el conjunto de España.

Los datos hechos públicos hoy aún no recogen gran parte de los afectados por las regulaciones de empleo, cuya tramitación lleva un proceso que retrasa su inclusión en las estadísticas. Por otro lado, las cifras de afiliación aportadas corresponden a datos medios del mes, por lo que habrá que esperar a los datos de cierre del mismo para calibrar el efecto real del parón económico sobre el empleo en este mes inicial con pandemia y confinamiento.

Aun con todas estas cautelas, los datos sí muestran el inicio de un fuerte aumento del paro, que también se registra en términos nacionales con 302.265 parados más que en febrero (+9,31%) y 293.228 más que en marzo de 2019 (+9,01). 

Por sectores, en Aragón, crece el desempleo en todos ellos, destacando las subidas interanuales en Construcción (18,54%), Servicios (13,39%) e Industria (13,23%). En Agricultura, pese a aumentar respecto a febrero, el desempleo baja interanualmente. De hecho, este sector se enfrenta al grave problema de la  falta de mano de obra especialmente para la campaña de recogida de fruta ante la limitación de movimientos de trabajadores.

Por provincias, los aumentos del paro alcanzan a las tres tanto respecto al mes pasado (11,46% en Huesca, 7,75% en Zaragoza y 7,73% en Teruel) como frente a marzo de 2019 (15,38%; 10,10% y 10,52%, respectivamente).

Los datos de afiliación, como hemos dicho, hay que tomarlos con cautela ya que son medias del mes y no cierres. No obstante, descienden tanto en Aragón como en España.

En definitiva, los datos conocidos hoy no hacen sino reflejar los primeros efectos de la crisis económica provocada por la crisis sanitaria del coronavirus Covid-19 y las medidas de fuerte ralentización de la economía y limitación de movimientos de los ciudadanos impuestas para luchar contra ella. Solo facilitar la liquidez imprescindible para que las empresas puedan afrontar pagos y sobrevivir en esta situación, así como flexibilizar en todo lo posible sus obligaciones fiscales y administrativas, puede ayudar a mantener vivas el mayor número de empresas posible y, con ello, favorecer la recuperación de la actividad, el empleo y los ingresos públicos, que va a ser muy complicada. 

Lamentablemente, el impacto sobre el empleo va a ser toda vía mayor porque este depende mayoritariamente del sector privado y las empresas se han visto obligadas, por causas lógicamente comprensibles, pero ajenas a su actividad y voluntad, a paralizar o minimizar su actividad, excepto algunos sectores que están trabajando a pleno rendimiento en esta difícil situación para atender a enfermos, ancianos y discapacitados en centros sanitarios y asistenciales; en toda la cadena agroalimentaria (producción y distribución), el transporte, la limpieza, la seguridad de edificios e incendios, etcétera. Todos ellos merecen nuestro reconocimiento y el del conjunto de la sociedad.

También por ello, estamos trabajando junto al Gobierno de Aragón y el resto de organizaciones empresariales para intentar que el Gobierno central flexibilice el cierre de algunas empresas y sectores, en las que una parada total puede suponer un grave riesgo para su continuidad y/o afecciones importantes en otras actividades consideradas esenciales.

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