Noticias de CEOE Aragón

Es urgente abordar en profundidad el absentismo laboral, que ha crecido un 40% en Aragón desde 2013

En Aragón, las horas de trabajo perdidas por IT y Otras causas en 2018 alcanzaron un coste global de 1.575,3 millones de euros


Incidir sobre la incapacidad temporal por enfermedad común y las ausencias no justificadas sería positivo tanto para las empresas y el conjunto de los trabajadores como para las cuentas públicas


La derogación del artículo 52 d del Estatuto de los Trabajadores sobre el despido por faltas de asistencia al trabajo intermitentes, sean o no justificadas, es una medida con escaso efecto real, dada su utilización prácticamente residual. De hecho, pese a sus años de vigencia, no fue hasta octubre de 2019 cuando el Tribunal Constitucional se tuvo que pronunciar, a raíz de un caso concreto, sobre este artículo derogado por el Gobierno el pasado martes.

No obstante, el artículo tenía el objetivo de proteger el conjunto de los empleos y la actividad de empresas cuyo funcionamiento y continuidad se viese amenazado por la reiteración por un trabajador de estas bajas, prácticamente imposibles de sustituir y gestionar, especialmente en el caso de micropymes y empresas intensivas en mano de obra con alto volumen de trabajo.

Más allá de este tema puntual, CEOE Aragón considera que es momento de que, tanto desde el ámbito de las Administraciones Públicas como en la negociación colectiva, se afronte de forma global el absentismo laboral, su volumen y su crecimiento sostenido en España, y en Aragón, salvo en periodos de crisis económica.

El absentismo constituye un problema grave, con consecuencias evidentes sobre la productividad y los costes de las empresas, pero también sobre el ambiente laboral y la carga de trabajo en las mismas, así como sobre el gasto público y la capacidad inversora de la Administración por el coste del pago de prestaciones y la reducción en la recaudación de impuestos.

Para mostrar la importancia del coste social y empresarial del absentismo, CEOE Aragón ha realizado un informe (descarga informe completo en pdf) en el que cuantifica su volumen, coste y evolución, centrado exclusivamente en las causas de absentismo que consideramos reducibles: Incapacidad Temporal – IT (justificada) y Otras Causas (no justificadas).

Así, en Aragón se perdieron por estas causas en torno a 36 millones de horas de trabajo en 2018, último año con información completa en la Encuesta Trimestral del Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de cuyos datos se hace la estimación. Esto equivaldría a que cada trabajador hubiese faltado 65,7 horas a su puesto de trabajo por estas causas o a que algo más de 23.000 trabajadores no hubiesen acudido al mismo ningún día ese año. El coste global de estas ausencias se calcula en 1.575,3 millones de euros.

De estas cifras, 33,99 millones horas de trabajo y 1.498 millones de euros perdidos correspondieron a bajas por IT, siendo en torno al 85,5% de los procesos por Contingencias Comunes, no vinculadas al trabajo, según los datos nacionales de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).1,97 millones de horas y 86,3 millones de euros se asocian a ausencias por Otras causas sin justificar.

En total, el coste de estas ausencias alcanzaría el 4,25% del PIB, una cifra muy relevante y que crece de forma continua en el conjunto de España, con tendencia también al alza en los datos disponibles de 2019. De hecho, las horas no trabajadas por IT y otras causas crecieron un 40,8% y 50%, respectivamente, entre 2013 y 2018, siendo los años de crisis económica previa (2008-2012) los únicos en los que el absentismo laboral disminuyó desde el inicio de este siglo.

CEOE Aragón  quiere con este informe contribuir a poner este asunto en la agenda laboral, política y social. Considera que su tratamiento es imprescindible, más aún en un entorno de ralentización económica, puesto que afecta a la productividad de las empresas, a la capacidad competitiva de la economía aragonesa y española, a los ingresos públicos, al clima laboral y al conjunto de los trabajadores.

En este sentido, apuesta por mejorar su tratamiento en la negociación colectiva, abordar aspectos sanitarios vinculados con el absentismo por IT, desde la eficacia en su gestión hasta las listas de espera y la coordinación entre el Servicio Público de Salud, el INSS y las entidades colaboradoras; así como por continuar trabajando activamente en Seguridad y Salud Laboral, y cultura preventiva.