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Positiva evolución del paro en abril, aunque no suficiente para apuntalar una recuperación solida

La dificultades empresariales asociadas a los precios de materias primas y energía reducen la mejoría del mercado laboral

Abril ha sido un mes positivo para el empleo en Aragón, con reducción del paro registrado tanto en Aragón: -1,59% respecto a marzo (993 personas menos desempleadas) y -26,28% frente a abril del año pasado (21.855 desempleados menos). Una evolución positiva, aunque moderada en un mes tradicionalmente bueno. 

La bajada del paro en la Comunidad Autónoma es algo menor a la española en comparación mensual, que alcanza el -2,77% en el conjunto nacional, pero superior en la anual, que queda en un -22,71% en la media.

Por provincias, es Huesca en la única aragonesa en la que el paro asciende, un 1,69% respecto a marzo, reflejando la finalización de la campaña invernal. Tanto en Teruel como en Zaragoza, el desempleo baja en el mes (-2,95% y -1,99%, respectivamente). El descenso frente a abril de 2021 es fuerte en las tres provincias, dado que la comparativa se produce con un momento muy negativo. 

Más significativa es la comparación con febrero de 2020 (cuando el empleo aún no había sufrido el impacto de la pandemia: en Aragón, el paro ha cerrado abril un -8,45% por debajo de lo registrado en ese momento (-6,89% en España, -4,05% en Huesca, -9,05% en Teruel y -9,02% en Teruel).

El paro desciende en todos los sectores, salvo la Construcción en Aragón, y la afiliación apenas registra variaciones.

Respecto a la nueva contratación, tanto en Aragón como en España crece la indefinida (25,93% y 36,01% respectivamente), aunque con fuerte peso de los contratos a tiempo parcial.

Hay que destacar que según los datos de la EPA del primer trimestre de 2022, el 76,7% de los contratos existentes son indefinidos en Aragón (75,8% en España), lo que significa que la temporalidad se sitúa en el 23,3% (24,2% en España), siendo del 17,9% en el sector privado y del 41,1% en el público.

Pese al buen comportamiento en abril, el desempleo no se reduce con la fuerza que requeriría para reflejar una recuperación sólida y clara, más aún con los malos datos de marzo. El mercado laboral refleja, por tanto, que la actividad económica avanza muy lentamente y con gran incertidumbre, como también lo hacen las revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento esperado para los próximos meses en nuestro país.

La gran mayoría de las empresas están sufriendo de forma notable el impacto de la fortísima elevación de precios de energía y materias primas, agravados por la guerra en Ucrania, pero ya muy importantes anteriormente, sin que puedan repercutirlas totalmente en precios y sin que se hayan adoptado hasta el momento medidas eficaces para contrarrestar sus efectos. La agilización y mejora de la llegada de fondos Next Generation a las empresas, la revisión en el plano impositivo, cuya recaudación crece con estas alzas, y la búsqueda de mayor eficiencia del gasto público, que un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos estimaba que podría reducirse en alrededor de 60.000 millones de euros en España sin empeorar servicios, deberían ser vías analizadas, junto a la reducción de trámites y trabas burocráticas para las empresas. 

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