Las nuevas restricciones causadas por el aumento de los contagios están llevando a muchas empresas a situaciones insostenibles y retrasan la esperanza de la recuperación
El nuevo recrudecimiento de la pandemia de Covid19 en España y Aragón, con el aumento de los contagios tras el periodo navideño, ha vuelto a traducirse en medidas de restricción social y de actividad más intensas que, en el plano económico, ahondan la grave situación de un tejido productivo ya muy castigado.
En este contexto, Aragón ha visto recortada la asignación de vacunas que recibe, con una reducción global y un envío de dosis menor de lo previsto esta semana, al priorizar el Gobierno central a las comunidades autónomas que iniciaron la vacunación con mayor ritmo sobre las que, como Aragón, guardaron una mayor reserva estratégica para las segundas dosis.
CEOE Aragón considera injusta esta decisión y reclama que la Comunidad Autónoma reciba las vacunas que le corresponden por volumen de población, no teniendo lógica que sea castigada por prever el stock necesario para que las vacunas que requieren dos inoculaciones sean efectivas en caso de producirse cualquier problema de suministro.
Decisiones como esta son inaceptables cuando la tardanza en la vacunación tiene efectos negativos, por supuesto en el plano sanitario, y también en la actividad empresarial y el empleo, sobre los que recaen nuevamente medidas muy restrictivas que reducen todavía más las posibilidades de recuperación de actividad y viabilidad de muchos negocios.
Desde CEOE Aragón hacemos un llamamiento a la concienciación social y responsabilidad ciudadana sobre las medidas de distancia y limitación social, protección e higiene; así como apelamos a que se busquen las fórmulas que sean necesarias para incrementar el ritmo de vacunación, puesto que solo así se limitarán contagios y se superará la pandemia.
España es el décimo país en ritmo de vacunación, el quinto en Europa, con un 2,07% de la población vacunado a 19 de enero; pero consideramos que hay mucho margen de mejora hasta alcanzar los niveles de los primeros en cada caso: Israel (31,5%) y Gran Bretaña (6,96%)
Mientras tanto, se adoptan limitaciones de actividad que no van a lograr los efectos deseados sin las condiciones anteriores, limitando, por ejemplo, horarios de apertura de negocios y concentrando a los clientes en periodos más cortos, con los consiguientes problemas de aforos y distanciamiento. El coste económico de estas medidas es mucho más elevado para las empresas que su aparente efectividad a la vista de la evolución de la pandemia y sus sucesivas olas.
La prioridad y la evolución sanitaria condicionan totalmente evolución económica y es indispensable lograr que esta alcance una mejora estable y continua lo más rápidamente posible. Solo así podremos empezar a vislumbrar la recuperación económica, para la que es condición sine qua non la supervivencia del mayor volumen de empresas y, con ellas, de los empleos tanto actuales como los que puedan generar en el futuro, que será más difícil crear cuantas más empresas se vean abocadas al cierre.