La mayor parte de las empresas existentes en la economía de nuestro país son pequeñas y medianas, empleando más del 65 % del total de los trabajadores. Además, según las diferentes encuestas llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y los diferentes órganos de las Comunidades Autónomas, sus niveles de accidentabilidad son más elevados que los existentes en las empresas de tamaño grande. Por otra parte, la puesta en práctica de las exigencias legales en materia de Prevención de Riesgos Laborales va con mayor lentitud en las Pymes que en las grandes empresas. Para ayudar a las Pymes en la aplicación de la legislación, así como en la mejora de las condiciones de trabajo en su conjunto, se ha elaborado esta herramienta que trata de dar contestación, de forma práctica, a las exigencias de todo tipo -legales, sociales, económicas, etc.- así como facilitar a empresarios y trabajadores los elementos básicos de gestión para desarrollar las actividades de prevención. Actividades que deben integrarse en la gestión habitual de la empresa, complementándose, si es preciso, con la ayuda de servicios externos. En último extremo, la Prevención de Riesgos Laborales, más que una exigencia legal, es una vía de contribución a la calidad y a la excelencia empresarial. El objetivo principal de la gestión preventiva es la atención a las personas integrantes de la empresa que constituyen su activo más importante y de las que depende, en gran medida, el futuro de cualquier empresa. |
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