Noticias de CEOE Aragón

EPA IV Trimestre de 2017

  • 25/01/2018
  • Sin categorías asociadas

La EPA cierra la evolución del mercado laboral en Aragón en 2017 con 15.200 desempleados menos y 4.900 ocupados más que a final de 2016 

La moderación del ritmo de creación de empleo y de las previsiones económicas requieren medidas que impulsen la actividad empresarial y su competitividad 

La Encuesta de Población Activa del IV trimestre de 2017 cierra el año en Aragón con 15.200 personas desempleadas menos (-17,32%) y 4.900 ocupadas más (0,87%) que al finalizar 2016. Estos datos confirman la continuidad de evolución positiva del mercado laboral aragonés el año pasado, concluyéndolo con una tasa de desempleo del 11,37% frente al 16,55% nacional. No obstante, hay que reseñar el negativo descenso de población activa que reflejan y que debe impulsar actuaciones que favorezcan la actividad económica y, con ella, el empleo y la población en la Comunidad Autónoma. 

En global, Aragón cierra 2017 con 565.700 personas ocupadas y 72.600 en desempleo. 

Respecto al III trimestre de 2017, en Aragón se ha producido un incremento del paro del 8,47%, que alcanza a todos los sectores, pero es especialmente destacable en  Agricultura (14,8%) y Servicios (15,6%), sectores en los que va acompañado por descensos de la ocupación tanto intertrimestrales como interanuales. En la industria, pese al aumento del paro en ambas comparativas, crece la ocupación, también trimestral e intertrimestralmente, combinación que indica que crece la población activa en este sector. 

Por provincias y centrándonos en la evolución interanual, desciende el paro en las tres (-35,3% en Huesca, -14,4% en Zaragoza y -12,7% en Teruel), pero la ocupación solo crece en Huesca (4,3%) y Zaragoza (0,4%), mientras que baja en Teruel (-1,8%).  Las tres pierden población activa. 

Con estos datos, aunque se mantiene la tendencia de creación de empleo y descenso del paro, no hay margen para la autocomplacencia puesto que el nivel de desempleo es todavía elevado y la creación de empleo se ralentiza. Esto unido a la pérdida de población activa y las perspectivas de crecimiento económico más moderado nos alertan de que es imprescindible reconsiderar políticas que no favorecen el desarrollo de la actividad y la inversión empresarial especialmente en la Comunidad Autónoma, el ámbito fiscal, así como en el de cargas burocráticas y otros costes (energéticos, laborales…). Resulta igualmente importante reforzar el diálogo social como medio de impulso económico conjunto entre Administración, empresarios y trabajadores; así como medidas orientadas a facilitar la internacionalización y la innovación. 

Muy preocupante para la evolución económica y del empleo resulta también la situación que se vive en Opel España, que confiamos en que se reconduzca a través de diálogo y la negociación que den paso a planes productivos de futuro en la planta y un nuevo convenio colectivo.