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Incrementar el grado de autoabastecimiento energético de España es fundamental en el avance de la descarbonización

La combinación de renovables y nuclear es la mejor opción técnica para lograrlo, según los expertos participantes en la tertulia organizada por CEOE Aragón y el Colegio de Economistas

Nuestro país podría convertirse en hub de materias críticas, que actualmente importamos casi totalmente de China 

    
Acceder a las fuentes de energía de forma continua y a un precio asequible es fundamental para las empresas,  la economía y la vida cotidiana de todos los ciudadanos. Por tanto, los países productores y aquellos con mayor control sobre sus fuentes energéticas son los que mejor pueden proteger sus intereses nacionales, tanto económicos como políticos, además de ejercer mayor influencia internacional.

Con esta premisa básica, CEOE Aragón y el Colegio de Economistas de Aragón han dedicado hoy una Tertulia Económica a la Geopolítica en la transformación energética. En ella han debatido dos grandes expertos en la materia: la Presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de la Ingeniería de España, Yolanda Moratilla, y el Teniente General retirado y experto en geopolítica Francisco Gan.

España es muy dependiente de la energía exterior (petróleo y gas, básicamente). “Los ciudadanos debemos ser conscientes de que no tenemos un grado de autoabastecimiento energético elevado, por lo que todo ahorro energético es muy importante”, ha explicado Yolanda Moratilla. Pero no solo eso.

La transformación energética hacia energías limpias es imprescindible para la sostenibilidad tanto medioambiental como económica y social. Avanzar en ella “implica descarbonización y desgasificación del mix energético, que no es solo apostar por las renovables, sino también más nuclear aunque en estos momentos no sea políticamente muy correcto” hablar de ello, ha señalado. De hecho, en términos tanto medioambientales como de seguridad del suministro y costes, el mix ideal sería un 70% renovables, 30% nuclear, “aunque no lo vamos a alcanzar”. Esta combinación garantizaría la inercia del sistema energético, imprescindible para asegurar su funcionamiento sin riesgo de apagones “totales” y sin participación de energías no limpias o demasiado caras o inestables que también podrían hacerlo como el ciclo combinado, la hidráulica o la termosolar.

El Teniente General Francisco Gan ha explicado que la decarbonización va, además, a suponer un nuevo reequilibrio geoestratégico internacional “en el que vamos a pasar de petroestados a electroestados, países que por tecnología, condiciones y disponibilidad de materias primas se convertirán en hubs de producción y distribución de lo que otros serán netamente demandantes”, de forma que la dependencia se mantendrá, pero con otros países dominantes. De hecho, “ese cuello de botella es más estrecho que el de la producción de petróleo”.

España tiene una oportunidad de convertirse en un hub europeo de materias críticas, así denominadas por la Comisión Europea debido a su importancia económica y al alto riesgo que supondría una interrupción de su suministro para la Unión Europea. “Nuestro suelo es rico en tierras raras, litio, etc., pero actualmente, por ejemplo, el 98% de las primeras nos llega de China y España no lo está explotando”, ha reseñado Moratilla. También podría desarrollarse en España la cadena de valor para este tipo de materiales de países africanos. 

El posible impacto energético de la situación internacional y concretamente en Israel y Gaza también ha centrado parte de la tertulia. El Teniente General Francisco Gan ha explicado que la afección es clara porque “estratégicamente se trata de una zona muy delicada, Oriente Medio está más próximo de lo que 

parece y la mayoría de las líneas de comunicación estratégica que abastecen a Europa de hidrocarburos y otros elementos que circulan por el canal de Suez van por esa zona. La inestabilidad afecta directamente a la inversión, que se retraerá en la zona”. Por ello, una escalada en el conflicto, “que espero que no se produzca, tendría efectos que están por ver; de hecho, el precio del petróleo ha subido un 5% sin que haya pasado nada en Qatar (uno de los mayores productores mundiales) o sobre oleoductos”.